Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2019-10-06
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   8-9
Sección:   Reportajes
Centimetraje:   37x54
La Tercera
ALLAMAND
“El responsable colectivo de este fracaso es el PS y, en lo individual, el senador Montes”
La noche del martes, Andrés Allamand llegó a acostarse convencido de que por fin iba a dormir profundamente. Pero no. La adrenalina que acumuló durante meses y, sobre todo, ese día le pasaron la cuenta. No podía pegar un ojo. 'Fue como cuando jugaba rugby por la selección chilena. En la noche volvía a jugar el partido', recuerda un par de días después.

El partido, esta vez, lo jugaba su mujer, la ministra de Educación, Marcela Cubillos, acusada constitucionalmente por la oposición de incumplir la ley. Un partido que Allamand sufrió desde la banca, hasta que finalmente se resolvió a favor de Cubillos y pudo respirar tranquilo.

Pero está enrabiado Allamand. Acusa al PS -y en especial al senador Carlos Montes- de ser el ideólogo de una jugada que sirvió para calibrar qué tan articulada puede estar la oposición. Y también saca un lado romántico: cuenta que el episodio volvió a afirmar 'su vocación de pareja'.

¿Cómo se siente?

De alguna manera aliviado, y con una sensación personal muy fuerte: la reafirmación de la tremenda admiración que tengo por la inteligencia y por el carácter de mi mujer. Fue un proceso muy largo, y cuando uno está bajo fuego cruzado durante tanto tiempo, por Dios que es difícil mantener la calma, la serenidad, la capacidad para argumentar bien, incluso para organizar de manera impecable la defensa jurídica.

Casi como volver a a enamorarse…

Estoy hace muchos años enamorado de mi mujer, y estos eventos tan complejos, tan difíciles de sobrellevar, reafirman lo que es nuestra vocación de pareja. Nosotros somos una pareja muy unida, nos complementamos muy bien. Hay veces que estoy yo en el ojo del huracán y en esos casos la Marcela me ayuda y me apoya; y hay veces que está ella en el ojo del huracán, entonces el que cumple con esa labor de acompañamiento y de respaldo soy yo. Ha sido un elemento de cohesión para toda la familia.

En su rol de senador, tenía imposibilidad de hablar públicamente de esto, porque podían pedir su inhabilidad en caso de que esta acción llegara al Senado. ¿Qué fue lo que más le dolió de lo que se dijo de ella?

La Marcela es una persona que argumenta con mucha fuerza, mucha franqueza, pero que jamás descalifica a nadie. Entonces, cuando uno escucha, como me pasó durante estas semanas y meses, declaraciones que son ofensivas, descalificatorias, que se apartan absolutamente de lo que es una crítica política, por supuesto que eso a uno lo afecta y surge una impotencia de cómo poder responder a esas acusaciones tan injustas. La misma impotencia que surgió en esta acusación, cuando a muy poco andar se cayó como un castillo de naipes; bruscamente los argumentos jurídicos se dejaron de lado y la oposición empezó a señalar que este era un asunto simplemente político. Durante los últimos días llegaron al extremo, sin pudor, de decir que lo que estaba en juego no era verificar si se había infringido la Constitución y la ley, sino que lo que estaba en juego era la unidad electoral y política de la oposición. Eso es muy injusto. Uno se puede defender cuando tiene una acusación concreta de la que hacerse cargo, que fue lo que Marcela Cubillos hizo, pero que a mitad de camino se le cambie el corazón de la acusación es una posición imposible.

Una de sus frases que han quedado para la historia es 'la política es sin llorar'. ¿Cómo asume esa declaración hoy?

La mantengo a pie firme. Y otra de las razones por la que mi admiración por la Marcela se mantiene y crece, y es tan fuerte, es que ella jamás se victimizó, sino todo lo contrario: se defendió con carácter, con inteligencia. Además, la defensa jurídica que hizo Francisco Cox fue muy positiva y, en consecuencia, creo que se mantuvo muy apegada a lo que es ese principio. Aquí hay que defenderse bien y eso fue lo que hizo.

Parte de las críticas que recibió la ministra Cubillos en este proceso tenían que ver con su carácter fuerte.

Me ha sorprendido, y todavía no tengo una explicación lo suficientemente completa para esta crítica que se le formula a mi mujer. Ella no descalifica a nadie, no utiliza un lenguaje de insultos, es una persona que argumenta desde sus convicciones, sus principios, y lo hace en forma franca y directa. Y esto, en vez de ser considerado un elemento meritorio, hay algunas personas que lo consideran una suerte de defecto. Francamente, creo que en esto hay mucho de machismo. Jamás he visto que a un hombre se le critique por tener un lenguaje directo, transparente, por enfrentar las cosas sin buscarle cinco patas al gato.

¿Pensó que perdían en algún momento?

La votación fue muy estrecha y, en consecuencia, siempre el resultado fue una situación de incertidumbre. A veces uno cree que algunas personas van a actuar de una manera en estos trances tan difíciles y actúan de otra. Pero, en fin, eso ya queda en la trastienda de la acusación.

Tirar la piedra y esconder la mano

Si tuviera que ponerle cara a la derrota que tuvo la oposición, ¿la de quién sería?

El PS arrastró a la oposición en su conjunto a una gran derrota política. Básicamente, lo que el PS intentó fue una iniciativa para asumir el liderazgo de la oposición y para infligirle al gobierno un alto daño político. Y fracasó en sus dos propósitos. Finalmente, el resultado fue que no ejerció ningún liderazgo, y si lo que quería era perjudicar al gobierno, y particularmente a la ministra de Educación, el resultado fortaleció al gobierno y a la ministra acusada. Dicho eso, es evidente que el articulador objetivo de la acusación constitucional fue el senador Carlos Montes. En esto, él actuó de pésima manera.

¿Por qué?

Tiró la piedra y escondió la mano. Durante semanas se dedicó a expresar en los medios, sin ningún resultado, los mismos argumentos y muchas otras imputaciones sin ningún asidero, que posteriormente se incorporaron en esta acusación. El responsable colectivo de este fracaso es el PS, que sigue sin ningún rumbo, y en lo individual, el senador Montes.

¿Por qué cree que Montes se empeñó en que se llevara adelante esta acusación?

Esa es una pregunta que debe contestar él.

¿No se da usted alguna explicación?

Yo no voy a formular al respecto ninguna conjetura.

En este proceso, en reiteradas oportunidades se ha recordado la acusación que afectó a la ahora senadora Yasna Provoste, y se ha dicho también que aquella no tenía fundamento suficiente. Ahí usted y la entonces diputada Cubillos fueron clave.

Yo tengo una opinión distinta. Creo que aquí se hace un paquete con las tres acusaciones y la verdad es que son objetivamente muy diferentes. Pretender englobarlas y meterlas todas en un mismo saco, como si fueran exactamente iguales, no me parece correcto ni veraz.

¿Qué efectos políticos ve usted que provocó esta acusación, aparte de que, en su opinión, termina fortaleciendo a la ministra y al gobierno?

Creo que los efectos más fuertes son hacia la propia oposición, porque el fracaso de la operación que existía tras ella demuestra el pésimo estado en que se encuentra. Hoy está en un punto muerto; no tiene liderazgo, no tiene proyecto, no tiene unidad. Y lo dicen los propios miembros de la oposición. Frente a esta falta de orientación política, la oposición está permanentemente oscilando entre dos conductas negativas y que no le van a rendir nada; el obstruccionismo y el populismo.

¿En qué lo ve?

Si uno mira objetivamente lo que es el rol opositor, con la salvedad de la DC, la conducta del PS, el PPD y el PR se resume en oponerse a todo y proponer poco y nada. ¿Cuáles son sus propuestas alternativas en las materias que se están debatiendo en el país? Ninguna. Y como no logra generar propuestas alternativas, entonces del obstruccionismo se pasa al populismo, que -para mí- es uno de los mayores peligros que enfrenta el país. ¿Qué es lo que hace la oposición? Promueve las 40 horas sin decir nunca que, de aprobarse tal proyecto, tendría un efecto severo en términos de disminución de las remuneraciones. Plantea ahora la disponibilidad de los fondos previsionales, a sabiendas de que en los lugares en que se ha experimentado en esa dirección, el resultado ha sido desastroso para los propios trabajadores. Está ahora planteando que existiría una especie de imposibilidad de coexistencia entre el desarrollo económico y el cuidado del medioambiente, o la incompatibilidad entre la minería, una de las fuentes de recursos más importantes para el país, y el cuidado de los glaciares.

Pero logra que el gobierno entre en ese juego. El caso más claro es el proyecto de la jornada laboral de 40 horas, en que el gobierno propuso 41 horas…

Pienso que el gobierno tiene que reaccionar con mayor fuerza y, sobre todo, con mayor rapidez frente a estos embates populistas. No hay que tenerle miedo a la aparente popularidad que tienen estas propuestas populistas, porque siempre en la partida generan esta adhesión ciudadana, pero el esfuerzo político tiene que ser desnudar lo que hay detrás de las propuestas populistas.

¿Le parece que ha tenido temor el gobierno en desnudar eso?

Siento que debiera enfrentar con más energía y con más carácter todos estos embates populistas, sin tener temor a que, en las primeras etapas del debate, este aparezca cuesta arriba. Siempre es más fácil proponer soluciones simplistas a problemas complejos, pero los gobiernos tienen que tener la fuerza para enfrentar estos embates populistas, desnudarlos, argumentar bien y confiar en que, al final, la opinión pública tiene una mirada más equilibrada de las cosas. Dicho en simple: lo que el gobierno tiene que hacer es oponer a la política de la frivolidad o del populismo, una política de seriedad y responsabilidad.

Pero hay parlamentarios de su propio sector que también aparecen apoyando proyectos o propuestas de la oposición. Incluso, se ven más convencidos que con iniciativas del gobierno…
Bueno, yo creo que, en general, Chile Vamos ha actuado en este gobierno de Piñera 2 con mucho mayor orden que en el primer gobierno. Es efectivo que frente a algunas de estas propuestas populistas, algunos no han mostrado el rechazo frontal que a uno le hubiera gustado, pero objetivamente hablando, son mucho más la excepción que la regla.

La nitidez de la DC

Y en ese sentido, ¿cuál es su apreciación del rol que ha cumplido la DC?

La DC ha sido el único partido opositor que ha tenido en estos dos años una inspiración hacia una política constructiva. Sin embargo, lo que se ve es que esta política está permanentemente desafiada desde el interior de la DC. Basta que se alcance un acuerdo en la Cámara de Diputados para que los senadores DC digan que ese acuerdo no los compromete. La misma semana que la DC pretende alcanzar acuerdos sustantivos con el gobierno, 10 de sus 13 diputados votan a favor de una acusación constitucional sin ningún fundamento. La DC sostiene que va a presentar una lista propia de candidatos a concejales, pero al mismo tiempo dice que está dispuesta a alcanzar un acuerdo hasta con el Frente Amplio para las elecciones de alcaldes y gobernadores regionales. Entonces, tengo la impresión de que tal mescolanza es difícil de apreciar para la opinión pública, porque lo que ve es un partido que tiene que estar zigzagueando en una u otra dirección. Yo creo que al país y a la propia DC le haría mejor que pudiera asumir un rol más nítido en estas materias.

Tras esta acusación, el gobierno tiene un nuevo aire. ¿Ese escenario podría permitir al gobierno meter mayor presión para aprobar sus reformas?

El gobierno debe poner el acelerador a fondo de aquí a fin de año no solo para aprobar el presupuesto, sino para sacar adelante la reforma tributaria y previsional. Se han negociado durante meses y ahora llegó el momento de la verdad. Ya existe un acuerdo con la DC en ambas. Las preguntas son dos. ¿Logrará la DC alinear a sus senadores y apoyar lo acordado? ¿El resto de la oposición se sumará a un acuerdo o perseverará en el rechazo?

También la próxima presidencial comienza a hacerse cada vez más presente, lo que cruza todos los debates políticos. ¿Cómo ve el escenario presidencial en la centroderecha?

El manejo del tema presidencial ha sido impecable. Hay varias cartas desplegadas y no han perjudicado en nada al gobierno como algunos temían. Yo sigo convencido de que hay que jugarse por la proyección del actual gobierno. Frente a tanta propuesta populista, la gente va a apreciar la seriedad y los resultados de la actual gestión van al alza.

Y este triunfo de la ministra Cubillos en la acusación, ¿tendrá algún efecto en su eventual candidatura presidencial?

(Se ríe) Francamente, no veo ningún efecto. Creo que son aspectos absolutamente distintos, que no tienen conexión.

Recuadro
"Siento que el gobierno debiera enfrentar con más energía y con más carácter todos estos embates populistas".
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Por Ximena Soto A. -